segunda-feira, 8 de dezembro de 2008

CONTO DE NATAL - O CAÇADOR E O ANJO



Era uma vez um jovem Anjo que duvidava da existência dos homens. Ele via uma forma de carne, ossos, sangue, pele, cabelos, uma forma material. Essa forma se movia, alimentava-se e descansava, mas ainda assim o Anjo duvidava de que fosse um homem.

O anjo sabia que os homens são espírito e matéria, e que ele tinha uma missão: cuidar de um deles. Porém, questionava se a forma rude que via era mesmo de um ser humano.

O homem, chamado Estevão, só acreditava no mundo material e ria quando alguém lhe dizia que existiam anjos. Um dia ele foi caçar numa floresta e, correndo sobre o mato úmido atrás de um veado, bateu contra o tronco de uma árvore morta que estava caída no chão. A arma escorregou de suas mãos e um forte estrondo, como o rugido de um leão, agitou a floresta. Rapidamente os pássaros revoaram e animais pequenos voltaram a suas tocas. Ao cair no chão a espingarda disparara e o caçador, com tão pouca sorte, foi ferido.

Estevão, lá deitado, vendo o sangue escorrendo de seu peito, olhou para o céu a fim de pedir socorro e, num raio de sol que penetrava pela copa das árvores, divisou a imagem de um anjo com suas aas brancas. O Anjo, por sua vez, ao ver o homem clamando por Deus, percebeu seu espírito. Ambos se olharam com curiosidade e, em seguida, passaram a se examinar mutuamente

– Você é um Anjo? Então os anjos existem! – disse o homem, admirado.

– Você é um homem? Então os homens existem! – exclamou o Anjo.

Ambos deram-se as mãos. Estevão, no entanto, havia perdido muito sangue e desmaiou.

Acordou num quarto simples, da casa de um lenhador que por acaso passara por onde ele se encontrava na floresta e, ao vê-lo ferido, decidiu a ajudá-lo.

Desde esse dia o caçador se fez amigo do Anjo, e o Anjo se fez amigo do homem. O humano sentiu-se tão feliz com seu companheiro celeste que deixou de matar outras criaturas. Agora, sua maior diversão era observar os seres da natureza: ondinas e gnomos, silfos e salamandras. Mostrou também seu mundo a seu amigo: casas e fábricas, lojas e clubes, cinemas, teatros e shoppings. Mas o ser celeste preferia as florestas, as montanhas e os mares, o ruído dos ventos, das ondas e dos pássaros.

O homem e o Anjo sempre permaneciam juntos, e os sensitivos que por acaso os viam, detinham-se perplexos a observá-los: ambos caminhavam juntos, tão serenamente que ninguém sabia se o homem era guiado pelo Anjo ou se o Anjo era guiado pelo homem.

Isabel Furini

Quadro da Escola Cusquenha- Cuzco -Peru

sexta-feira, 28 de novembro de 2008

EL SÉPTIMO FANTASMA (Cuento en español)

Un muro alto, de piedra, separa la casa del escritor José Manuel Ugarte del mundo. Junto a la pesada puerta de entrada, pintada de gris, como el resto de la casa, se yergue un ciprés añoso. En el jardín, pequeño e rectangular, el césped está siempre amarillo y las flores marchitas. El Dr. Ugarte es un hombre físicamente desagradable y de carácter sombrío. Calvo, de trazos angulosos, labios gruesos y lascivos, mentón prominente y ojos negros, que escudriña a distancia. Esos ojos que constituyen un elemento de inquietud para los amigos y de temor para los enemigos. Algunos críticos literarios lo llaman de "Sátiro", porque todo en él revela fealdad. Su sonrisa amarga, que deja al descubierto un diente de oro, la pequeña joroba que intenta ocultar, sin éxito, y las manos, grandes, huesudas e nerviosas, que parecen tener vida propia. No obstante, su conversación es interesante e instructiva; y aunque sean pocos los amigos que consiguieron ingresar en el sagrado recinto de su biblioteca, siempre vuelven. La enorme sala de biblioteca, localizada en la parte de arriba de la casa es, para este sátiro, el lugar preferido. Allá pasa largas horas de reflexión y de reposo, demostrando sentirse a gusto, como un ídolo en su altar. Estanterías repletas de libros se extienden a ambos lados de la sala, enciclopedias con lomos rojos, azules y verdes son lo único que dan color al ambiente. En el rincón derecho, una armadura antigua que perteneciera a un samurái; en el otro, el escritorio de madera oscura; sobre él se encuentran en orden, un libro cerrado, un cuaderno abierto, una lapicera de oro, finamente trabajada y algunos manuscritos. Son los tres primeros capítulos del libro que lo mantiene ocupado hasta altas horas de la noche. Un libro que, como es su costumbre, está escribiendo a mano, pues nunca el ruido bajo e monótono de la computadora perturbó la silenciosa casa del ciprés. En el ángulo izquierdo de la biblioteca, sobre una plataforma hay una mesa pequeña e dos sillones de terciopelo negro. Es viernes el Dr. Ugarte está sentado en una de ellas, leyendo mientras espera un periodista que va a entrevistarlo. Un automóvil para en la puerta de la casa y un joven desciende, empuja el portón y llama a la puerta. Juan, el criado, abre. Carlos lo mira mientras coloca una cinta en la grabadora. Era un hombre alto y delgado, de nariz grande e cabellos blancos, vestía una camisa e por arriba un chaleco marrón. Carlos se presentó y Juan le pidió que lo siguiese hasta la biblioteca. Carlos reparó que las cortinas estaban cerradas. Cerca de la escalera había una armadura antigua, traída de España y una estatua egipcia, que representaba el dios Anubis. Subiendo las escaleras observó cuadros extraños y armas, espadas, sables y puñales con mangos de plata adornados con piedras negras, colgados en las paredes. Al verlo entrar, el Dr. Ugarte sin levantarse hizo un gesto para que ocupase el otro sillón. Carlos se sentía un rey, hacia cuatro meses que trabajaba en el diario y ya había conseguido varias entrevistas con celebridades, pero ésta la consideraba única porque al escritor Ugarte no le gustaba la publicidad. - ¿Trajo el celular? - Siempre lo llevo conmigo. - Entonces deslíguelo, no soporto ruidos estridentes. Carlos desligó el celular mientras el Dr. Ugarte explicaba: - Acepté esta entrevista porque me prometió ser fiel a mis palabras. Yo ya fui joven y soñador como usted - tenía un aire grave y miraba para su interlocutor de forma penetrante. El joven parecía fascinado por la voz del viejo y por el ambiente. José Manuel encendió un habano, aspiro profundamente y lanzó al aire una humo espeso. - Así es, mi amigo, yo también fui como usted un joven soñador e creo que no he mudado - repitió con voz ronca. El periodista se acomodó en poltrona mientras que una grabadora registraba el diálogo. - A mediados de 1950, este viejo que hoy está en su frente, era un inquieto estudiante de filosofía, amante de la tradición platónica. En esa época, el ya fallecido profesor Huergo, tenía a su cargo la cátedra de metafísica de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Ciudad de Buenos Aires. Repentinamente se escuchó el chirrido de la puerta que se abría lentamente. José Manuel interrumpió el diálogo. Por la puerta entreabierta apareció la figura lánguida del viejo criado. El hombre sirvió dos cafés en silencio e quedó de lado, sin hablar una palabra. Carlos observó que el viejo acariciaba el chaleco marrón que vestía, después entendió que no era eso lo que estaba haciendo, estaba intentando sacar una mancha. - Gracias Juan, puede retirarse.- El empleado salió de la sala, como había entrado, con pasos silenciosos. José Manuel se levantó despacio, agarró la taza de café y caminó hasta la ventana, movió la cortina para ver el jardín, un rayo de luz entró por la ventana proyectándose sobre la armadura, bebió un poco mientras miraba para afuera y después volvió a sentarse e continuó hablando: - El profesor Huergo era un hombre profundamente cristiano y yo asistía con placer intelectual a sus clases. Un día le presenté mis trabajos literarios. No sé porque lo hice. ¡Pecado de juventud!- una sonrisa irónica apareció en sus labios. - Procuraba auto-afirmación a través de su crítica. Todavía me acuerdo de su actitud severa, me ordenó reflejar en mis escritos amor a Dios y búsqueda trascendente; eliminar de mis ensayos y poemas todo lo que fuese profano: pasión sexual, lujo y violencia. Yo obedecí sumiso, obedecí durante muchos años. Carlos escuchaba la narración con creciente entusiasmo. La tarde caía, a luz que entraba por la rendija de la ventana se desvaneció y las sombras invadían la sala. Carlos percibió un olor extraño... tentó identificarlo. - ¿Olor de azufre?- Un brillo satánico iluminó los ojos negros del viejo. El joven sintió un escalofrío prolongado recorrerle la espina dorsal. Se arrepintió de haber formulado un comentario tan inoportuno. Por un momento los dos hombres permanecieron en silencio. De lejos, Carlos podía escuchar el ruido de un tren que partía de la estación Aristóbulo del Valle. Hizo un esfuerzo y consiguió se reponer, apoyó los codos sobre las piernas, unió las manos e sobre ellas apoyó la cabeza con aire pensativo. El silencio pareció atravesar la sala. Carlos levantó la cabeza y preguntó. - Dr. Ugarte, el señor es, a los ojos de muchos críticos, el mejor escritor hispanoamericano de nuestra época. ¿A qué atribuye su éxito? Con un gesto nervioso el Dr. Ugarte extendió la mano y ligó el velador. Los ojos del periodista se detuvieron en un pequeño cuadro, localizado a la izquierda de la sala. La moldura era dorada y sobre el fondo negro, pintado a óleo, sobresalían dos hileras de dientes blancos. Pensó que el escritor tenía un gusto extraño en lo referente a arte. - Joven, usted no me está entendiendo, un día decidí escribir mi realidad. Abrí las puertas de los dos hemisferios cerebrales a la vida y de allá surgieron centenas de fantasmas. Solamente escogí siete. Eran fantasmas asustadores. - ¿Fantasmas? ¿Lo que quiere decir con eso, Dr.? - Eran fantasmas asustadores - repitió acariciando su cabeza calva. El primero era blanco y pálido. El segundo era pálido y de mirada pavorosa. El tercero tenía la mirada pavorosa y las manos descarnadas. El cuarto, las manos descarnadas y los pies desnudos; el quinto, tenía los pies desnudos y gritaba. El sexto, gritaba mientras erguía como emblema una cabeza humana. El séptimo, contaba con todos los atributos que ostentaban sus hermanos y lanzó al aire una risa siniestra. Una risa sin amor, solitaria, vacía, árida. Su risa despertó en mí, múltiples evocaciones: ojos ciegos, pasos sin rumbo, muertes espantosas, incendios, inundaciones, ojos abiertos por el pánico, pechos torciéndose de dolor. Hizo un silencio. - Esa risa me persiguió durante siete años; esos años fueron largos y difíciles para mí. - ¿Se liberó? Ya no lo escucha o... - A veces, de noche... Pero creo que me liberé. Sí, me liberé. Encerré la risa sarcástica en mis manuscritos e edité un libro aplaudido por la crítica. Yo lo dediqué al séptimo círculo. Carlos bebió un trago de café, estaba amargo. - Mi séptimo fantasma me acompaña. Se transformó en mi "daimon". Los dos nos convertimos en uno. - dijo José Manuel, inclinó la cabeza e se rascó la oreja izquierda, dando la impresión de que estaba sumido en sus recuerdos. - A mí también me gustaría tener esos fantasmas para obtener el éxito. - ¿Cómo?- - Vendería mi alma al diablo por el éxito!- exclamó o joven riéndose. Un sonido de campanas invadió el ambiente. José Manuel sonreía, sus ojos estaban llenos de malicia, había esperado tantos años para que alguien pronunciase esas palabras que el placer agitaba su respiración. Carlos escuchó pasos en la sala contigua, como si una multitud tuviese invadido la casa. - Juan, Juan - gritó el Dr. Ugarte levantándose del sillón impulsivamente. - Escuché señor - respondió el criado entrando con un candelabro de siete velas, las encendió y desligó la luz del velador. Carlos, asustado intentó correr para la puerta, derrumbando la grabadora con su movimiento, pero fue detenido por fuerzas invisibles. De pronto, el ambiente parecía de fiesta, José Manuel se reía y Carlos, inmovilizado escuchó el eco de miles de risas, su visión estaba turbia, sólo veía sombras moviéndose por la sala. Alguien vendó sus ojos, sintió miedo de quedar ciego para siempre. Sus oídos parecían haber adquirido una potencia infinita. Escuchó los gritos de un pájaro que moría en las garras de un águila, el viento del desierto y la respiración de un hombre agonizante. "Imposible, pensó, esto es solo un sueño y estoy teniendo una pesadilla." Cuando el criado lo colocó en un taxi parecía muerto. Después de dar la dirección al chofer y pagarle, le dijo que el joven había bebido mucho. El viejo cerró la puerta de la casa con siete llaves y saludó a su señor. José Manuel, con una sonrisa imperturbable, como un muerto, se sacó las ropas y los zapatos delante de un espejo. Abrió una caja de rapé, quemó azufre e aspiró el humo. Fue disminuyendo de tamaño y mudando de estructura. Adquirió la apariencia de una mariposa de noche. Voló hasta la caja de rapé abierta, se acostó en ella y se dispuso a descansar hasta el otro día. Capítulo II Carlos se despertó con el ruido del teléfono. Le dolía la cabeza, no se acordaba de haber bebido, pero tenía la sensación de haber estado borracho. A los 18 años, en su fiesta de aniversario, salió para divertirse con amigos y al otro día se sintió así, triste y confundido. Con dolores en el cuerpo y sensación de náuseas en la boca del estómago. El teléfono dejó de llamar. "mejor", pensó, no quería hablar con nadie. Se levantó, desperezándose, abrió las cortinas del cuarto en desorden y miró por la ventana del apartamento, casi en la esquina de la calle Esmeralda con Avenida Corrientes, en el centro de Buenos Aires. Gente, automóviles, movimiento, bocinas, humo de los carros y el diariero pregonando las noticias. Consultó el reloj, eran 9 de la mañana, - Diablos, es tarde" - exclamó y al decir estas palabras volvió a escuchar campanas a lo lejos y el viento del desierto. Fue hasta la cocina, prendió el fuego e colocó agua para hervir y tomar unos mates, una costumbre que tenía desde chico. Después fue a bañarse, abrió la ducha y el agua en la cabeza lo reconfortó. Nuevamente el teléfono. Salió del baño descalzo, secándose rápidamente con la toalla verde y mojando el piso. Era Cristina, su novia. - Que ropa voy a vestir esta noche? Quiero dar una buena impresión al Dr. Ugarte. - ¿Esta noche?.. ¿ Dr. Ugarte? ¿De que estás hablando? - ¿Qué te pasa? Me llamaste por teléfono a las dos de la mañana para decirme que pasaríamos el final de año en la casa de él. Carlos no se acordaba de nada. Estaba confundido. - Estoy ansiosa por conocerlo - dijo Cristina. - No es el tipo de hombre que enloquece a las mujeres - aclaró Carlos riéndose - la verdad es que es más feo que una noche oscura. -Yo sé, escuché comentarios. Creo que por eso no va a la televisión ni deja que le tiren fotografías. Ven a buscarme a las diez, saludamos a mi familia y vamos para la casa del Dr. Ugarte. Chau y un beso. Me voy a trabajar. Eran once de la noche cuando Cristina y Carlos llegaron a la casa de José Manuel. El criado los recibió y les pidió para esperar en la sala. Cristina reparó que no tenía espejos, quería mirarse y ver se estaba bonito con su vestido azul marino de encaje. Mientras seguían al criado miró por la puerta abierta el elegante comedor e vio que la mesa estaba preparada con platos e bandejas muy finas, subieron la escalera y llegaron a la biblioteca, al entrar Cristina miró bien para Juan y murmuró para Carlos - que hombre extraño, este mayordomo, sus ojos no tienen vida. José Manuel estaba sentado entre sus libros, parecía un capitán de navío navegando en aguas conocidas. Carlos le presentó a su novia y el viejo la observó diciendo: - Ella es perfecta. Cristina se sentó e cruzando las piernas y dejó ver la puntilla de su enagua negra. - Dr. Ugarte, se siente bien en esta casa tan solitaria?- preguntó Cristina con una sonrisa encantadora. No obtuvo respuesta. - Cuando su esposa vivía, la casa era mucho más alegre, verdad?- lo interrogó la joven para quebrar el silencio del lugar que le parecía aterrador. - ¡Ah!.. Cuando Elida vivía la casa estaba siempre con música. Elida amaba la danza, era su grande pasión. Ella nunca fue realmente mía. Pero yo no la culpo, porque tampoco fui suyo. Ella pertenecía a la danza; yo, al pasado, al destino, a la fatalidad. Mi mundo es desconocido para Ud. como para la mayoría de los mortales, - hizo una pausa - pertenezco al universo fantasmagórico dos sueños, aquello que nunca pudo ser y que, por eso mismo, es incorruptible y eterno. Mis sueños son, en mi mente, un constante presente sin alteración, sin mudanza, inmutables en su belleza estéril. - Ella era linda - interrumpió Cristina - yo vi una vez una fotografía de ella en una revista. - Si... por eso está momificada. Ella es mi presente ilusorio, mi pasado trágico y mi futuro incierto. ¿Desea verla, Cristina?- La joven sintió miedo, no sabía lo que decir. Faltaba poco para la media noche cuando José Manuel se levantó y caminó hasta la sala contigua, abrió el armario y agarró las llaves. Carlos reparó que su andar era dificultoso, tal vez a causa de la joroba que se notaba más cuando estaba de pié. Después bajaron por las escaleras y abrió la puerta del sótano, no hacia luz eléctrica en esa arte de la casa y el criado trajo una vela prendida. Bajaron otra escalera, luego caminaron por un corredor oscuro y silencioso. Juan iba en la frente encendiendo las velas de los candelabros que estaban en las paredes, Carlos sintió que sus pies se hundían levemente al pisar el tapete suave, no escuchaba ni el sonido de los propios pasos, solamente el ruido metálico de las llaves en las manos del Dr. Ugarte. Por fin, el viejo escritor abrió la cerradura de una puerta que daba a una sala amplia pintada de dorado. - Pueden entrar. La sala no tenía muebles, las paredes laterales solo ostentaban nichos con candelabros y restos de velas, en el centro un escorpión de piedra y a ambos lados, rosas marchita. La pareja vio, con asombro, en la pared de enfrente una enorme caja de cristal con una cortina de terciopelo rojo de fondo y dentro, una danzarina con vestido de tul rosa, con los pies descalzos, uno delante del otro, los brazos al lado del cuerpo y la cabeza caída para un lado. Cristina, con la boca entreabierta y el la mirada espantada, aproximándose vio que la mujer estaba siendo sostenida por lazos que salían de la cortina y la envolvían por la axila, por la cintura y por los tobillos para no caerse. Cristina apretó el brazo de Carlos sin dejar de mirarla y exclamo: É Elida! - Este es mi secreto - dijo el Dr. Ugarte, aproximándose de la danzarina - Esta joya era de ella - e entregó un anillo con una piedra de zafiro para Cristina. La muchacha con la mirada fija, aprecia hipnotizada, observó la piel blanca y pálida, agarró el anillo y, sin dudar, lo colocó en el dedo anular. Después se inclinó sobre el escorpión de piedra con ojos de esmeralda que José Manuel había traído de Egipto. - ¡Qué bonito! - exclamó. - Puede tocarlo - dijo el Dr. Ugarte con voz persuasiva. Cristina pasó la mano sobre el escorpión que, al contacto con o calor humano, instantáneamente, tomó vida y le clavó el aguijón. Un grito de dolor y de miedo se escucho en la sala. Cristina se estremeció, tambaleó un poco y cayó en el piso en el mismo momento en que el cristal se quebraba y los lazos que sustentaban a Elida se fueron cayendo. Elida parpadeó varias veces y sus ojos quedaron llenos de lágrimas. Ahora en vez de parecer ojos de cristal habían adquirido vida y movimiento. Los ramos de rosas de los cantos aprecian recobrar su lozanía y exhalaron un perfume suave y agradable. Una música se escuchó en el lugar. Carlos, arrodillado al lado de Cristina, miró las paredes imaginando música ambiente, ele conocía esa música, era Gisele. La danzarina levantó la cabeza y movió los pies, soltando los lazos que la aseguraban desde los tobillos. El criado encendía y encendía velas en los nichos de las paredes para iluminar el lugar, ésa aprecia ser su función más importante. Elida comenzó a danzar, no con la rigidez de una muerta, mas con la flexibilidad de la vida. Caminó en la puntas de los pies, luego extendió una pierna para atrás y dio un salto gracioso y los pies se cruzaron varias veces. Se sucedieran "piruetee" - vuelta completa sobre uno de los pies. Su danza era perfecta. Carlos la miró por un momento y pensó que esa mujer estaba llena de vida, mientras que su amada aprecia estaba... Los labios de la danzarina se fueron tornando cada vez más rojos y húmedos; sus ojos, expresivos; a rigidez de la muerte cedía lugar a la vida. Elida volaba, sus pies ágiles, se movía con rapidez extraordinaria, sin perder el equilibrio. Sus brazos, como dos serpientes insinuantes, se estiraban y retraían, se movía con una gracia sin par. Elida era señora absoluta de la danza. Carlos, de rodillas en el piso, apretaba las manos de Cristina, ora tentaba obligarla a mover la cabeza, ora aseguraba su pulso. No quería admitir a verdad. Cristina estaba muerta. José Manuel cayó de rodillas, cerca de ella, unió sus manos en señal de oración y pidió perdón. El reloj marcó la primera campanada, era media noche. Se escucharon vagamente el ruido de los fuegos de artificios. Todos festejaban el Año Nuevo. Elida, que continuaba danzando en las puntas de los pies, hizo una vuelta completa en el aire, después se aproximó de José Manuel, se inclinó y le besó la mano. El viejo, al contacto con los labios de su esposa, se iluminó con una sonrisa y volvió a pedir perdón. Su cuerpo se fue enrojeciendo, llevó la mano al corazón y cayó pesadamente en el piso. La música se fue extinguiendo y Elida, suavemente fue cayéndose sobre el cadáver del esposo. El criado, que presenciaba la escena en silencio, con una mirada vacía, le dijo a Carlos con voz sin emoción - Ele se redimió, murió feliz. - Cristina, mi Cristina - murmuró Carlos, que aprecia no escuchar, ni entender nada. Estaba con los ojos rojos y con expresión de embriagado. - Pode pegar o lugar del Dr. Ugarte y ser el mejor de todos los escritores hispanoamericanos, o agarrar el anillo de zafiro y colocarlo sobre la llama de una vela para que su novia reviva. Mas antes, vea y sienta... Todo tiene un precio. Mire bien y decida! - exclamó Juan. Carlos cerró los ojos y se vio a sí mismo. De repente se levantó, miró para Juan con altives diciendo: - Ahora me obedecerás. Ahora yo soy el fantasma. Yo seré el mayor poeta hispanoamericano. Esta noche dejé de ser o joven Carlos, ahora soy el Sr. Carlos Estradas, el dueño de un pasado tenebroso - algunas arrugas comenzaron a marcar su rostro - Yo tomaré el lugar de José Manuel, llama un médico, es mi deseo que entierren esos dos juntos en el cementerio de la Recoleta - agregó señalando la pareja, - y que momifiquen a Cristina para rendirle culto. Juan obedeció, reconociendo su nuevo señor. El diagnóstico médico no se hizo esperar. José Manuel sufría de problemas cardíacos. Nada estraño, un hombre que convive con un cadáver, pode emocionarse hasta morir. - Su novia murió a causa de una picada de - dijo el médico a Carlos. Nada extraño, el Dr. Ugarte, tenía en el sótano algunos escorpiones cuyos hábitos estudiaba para escribir un libro. En algún momento de descuido uno de ellos huyó, dando fin a la vida de la muchacha. Carlos, seguro de si mismo, se sentó en la biblioteca, altivo como un ídolo en su altar y encendió un habano... Al día siguiente llegó el abogado de José Manuel, trajo un testamento: la casa y los bienes habían quedado a nombre de Carlos Estrada. Carlos miró con aire diabólico al abogado cuando éste solicitó algunos días para efectos legales. Carlos Estrada se hizo famoso de la noche para el día, el Dr. Ugarte había descubierto un sucesor digno, los diarios y revistas especializados hablaban del joven poeta como "el escogido", "aquel que tenía la señal", "el nuevo ídolo", "el discípulo perfecto". El joven se sintió, desde los primeros momentos, dueño de la casa y de la situación. Aprecia intuir lo que había en cada armario. Pasó de entrevistador a entrevistado. Los periodistas le hacían diversas preguntas que él respondía con facilidad. Sus palabras podían leerse en los títulos de los diarios, pero él no se dejaba fotografiar. Todas las noches ordenaba al viejo criado que cerrase la puerta con siete llaves. Delante del único espejo de la casa se desnudaba y descalzaba. Con una mirada fría, como un muerto, abría la caja de rapé, quemaba azufre y aspiraba el humo, iba disminuyendo de tamaño y mudando su estructura, adquiriendo la apariencia de una mariposa de noche. Volaba hasta la caja de rapé abierta, acostándose en ella hasta el otro día. Carlos abrió los ojos, estaba en el sótano de la casa del Dr. Ugarte, Cristina, muerta a sus pies y la pareja, ambos muertos, cerca de él. Los cirios estaban consumiéndose y Juan habló: - Vea, sienta y decida... Carlos hizo un esfuerzo para mantener los ojos abiertos, pero no consiguió, volvió a cerrarlos. Se vio a si mismo sacando el anillo de zafiro de la mano de Cristina y colocándolo sobre la llama de la vela. Luces multicolores invadieron el ambiente, voces suaves como ángeles, cantaban; hasta los cuerpos de Elida y José Manuel, parecían iluminarse, la naturaleza entera cantaba: El Amor venció. Cristina abrió los ojos y abrazó a Carlos. Ele la apretó contra su p echo. - Perdió una gran oportunidad, señor, nunca triunfará, sus libros no tendrán éxito.- dijo con énfasis Juan. - No sabía cuanto te amaba, Cristina, no sabía hasta ahora... - Tengo miedo - murmuró ella - quiero salir de este lugar. - Vamos...- dijo Carlos ayudándola a incorporarse, sintió que el cuerpo de Cristina estaba temblando. Salieron y caminaron abrazados por las calles. Hacía calor, veían, por las ventanas abiertas, las personas riendo, bailando, bebiendo, festejando el nuevo año que se iniciaba. Los niños, sentados en el cordón de la vereda, encendían fuegos y petardos. Todavía explotaban los fuegos de artificios en el cielo, con formas de cascadas, de estrellas, de círculos, de colores azules y rojos, verdes y amarillos. Había movimiento y alegría. El corazón de Carlos participaba de todo eso, porque tenía Cristina a su lado, tenía la fuerza del amor, que es el verdadero rey del universo. Carlos se sentía un verdadero triunfador. El viejo criado cerro la casa con siete llaves diciendo: - Mi tarea terminó. Él estaba libre. Había llegado el momento de procurar la redención. Tiró las llaves en el jardín, cerca del ciprés. Caminaba lento y silencioso por las calles, en busca de su destino. El antiguo criado no quería volver la cabeza, solamente miraba el horizonte. La vieja casa comenzaba a incendiarse. Las llamas subían por las cortinas, asomaban por las ventanas, los vidrios se quebraban estrepitosamente. El fuego llegaba hasta el techo, destruía la caja de rapé y libertaba los fantasmas. De lejos, escuchó por última vez la risa sarcástica del séptimo fantasma. Pero Juan no detuvo su paso, continuó caminando e silbando una canción que había aprendido cuando era joven. Carlos abrió los ojos. Había visto y sentido lo que le esperaba en cada uno de los caminos: triunfo, en uno y amor, en otro, ambos tenía un precio. - ¿O que escoge?- preguntó Juan - ¿O que usted escogería?- preguntó Carlos al criando, mirándolo con ansiedad. Una suave sonrisa se dibujó en los labios de Juan, y sus ojos vacíos y muertos, por primera vez, brillaron. (Este cuento ganó una Mención de Honra en el Concurso Paulo Leminski, da UNIOESTE - Toledo, en 2002).

sexta-feira, 7 de novembro de 2008

PALESTRA COMO ESCREVER CONTOS

A PALESTRA COMO ESCREVER CONTOS - OS CAMINHOS DA IMAGINAÇÃO,com entrada franca, será ministrada no Centro Filosófico Delfos, Alameda Cabral, 660 (esquina com Julia da Costa) - em 12 de novembro, as 19:00 horas.

A palestra tem como objetivo introduzir os interessados no mundo da ficção. Como escrever contos, a estrutura do conto, o conto moderno.

A capacidade de fabular é tipicamente humana. A mente percorre os caminhos da imaginação na procura de soluções, respostas, fuga, entretenimento, emoção. Mas os caminhos da imaginação precisam de reconhecimento e de lapidação para tornar-se obras de ficção.

Escrever um conto é como abrir uma porta. O que existirá além da porta?

Espero vocês,
Isabel

A FOFOQUEIRA

A FOFOQUEIRA Durante três dias Raquel, a fofoqueira do bairro, observou a vizinha Valéria que morava na casa antiga, na frente da sua. Rua sem saída. Os vizinhos comentavam que Valéria havia enlouquecido. Fazia três anos que perdera o marido e um ano da morte da mãe. Valéria passou muito tempo de luto e tristeza. Dois meses atrás se havia aventurado numa viagem turística ao Nordeste, junto com uma prima. Voltou de bom humor, mas nos últimos dias falava sozinha, gesticulava, ria... Teria alguma visita? Essa tarde de sábado Valéria ria muito. – Ela enlouqueceu!.. – gritou Raquel. – Venha, querido, venha e olhe... O marido relutou um pouco, mas como a esposa continuava: Venha, venha. Ele deixou o jornal e levantou–se trabalhosamente da poltrona onde estava esparramado. Aproximou–se da janela. Olhe lá, olhe João parece que está falando com alguém.. mas Valéria está sozinha desde que a mãe morreu. Falarei com ela. Talvez precise de um médico, de um psiquiatra ou de terapia, sei lá... Raquel pegou o telefone: – Olá,Valeria? Você está bem? – Feliz com meu noivo nordestino – respondeu rindo Valeria. Raquel, curiosa, continuou a espiar pela janela. Querido, venha, venha ver. Venha por favor... O marido novamente deixa o jornal de lado e se aproxima a passos vagarosos até a janela. – Olhe – disse a mulher – Valeria fala e ri sozinha!.. – Sozinha, não! Com seu noivo imaginário, ironiza o marido. Volta a sentar–se na poltrona e pega o jornal. – Eu vou falar com ela – enfatiza Raquel. Minutos depois Raquel aperta com força a campainha. Abre-se a porta. – Este é Armando, meu noivo – grita Valeria desde a cozinha. Só nesse momento Raquel repara no anão de pijama azul, na ponta dos pés, segurando–se na maçaneta da porta. Sorridente, o anão a convida a entrar. Raquel fica paralisada ao lado da porta. Armando insiste: – Sente-se vizinha, pode pegar um pedaço de bolo. Eu mesmo fiz. – Aqui está o chá mate – disse contente Valéria. Coloca a chaleira na mesa, agacha-se e abraça o anão. Ele, sempre sorridente, dá um beijão na boca da namorada. Depois sobe na escadinha que está ao lado da mesa e serve um pedaço de bolo para dona Raquel. Raquel sem palavras senta–se na cadeira e pega o pratinho com o bolo. Acanhada, não sabe o que dizer. Os três ficam em silêncio. Raquel, tentando ser agradável pergunta: – É bolo de laranja? No dia seguinte, Raquel falava com Adelaide, a velhinha do sobradinho amarelo, quando vê passar Valéria, de mãos dadas com Armando. Os dois, sorridentes, cumprimentam e continuam seu passeio. Sem poder conter-se, Raquel murmura para Adelaide: Como ela pode sair com um homem tão pequeno? A velhinha, muito jocosa, emenda: segundo ouvi dizer, Armando é pequeno só de estatura dona Raquel, só de estatura.

quarta-feira, 15 de outubro de 2008

A FRASE DO BILL G.

Depois de trabalhar durante cinco anos no departamento administrativo de uma empresa de alimentos, Arnaldo começou a ter problemas. Chegava tarde ao trabalho. Bebia. Foi encaminhado para avaliação psicológica. Os amigos ficaram revoltados.

– Justo ele!.. Tão bom amigo, tão popular – comentava a turma da cerveja.

Todas as sextas-feiras, à tardinha, depois de sair do trabalho, a turma reunia-se no bar da esquina para beber e contar piadas. Arnaldo era o rei. Entre cervejinhas e batatas fritas divertia o grupo, contando piadas com o jeitinho de Ary Toledo. Plínio, apelidado Dumbo pelas orelhas de abano, chegava a chorar de tanto rir... Arnaldo sabia imitar voz de mulher, voz de velho, voz de tímido, voz de cafajeste. Esse Arnaldo deveria ser ator! - comentava Dumbo, grande admirador do piadista.

Alguns achavam que essa turma da cerveja era de nada. Não falam de nenhum assunto interessante, só bebem e contam piadas, reclamava Antônio enquanto entregava um relatório para João, chefe do setor. Isso é bom para um dia, continuou, mas já faz cinco anos que essa turma se reúne e é sempre o mesmo.

Arnaldo não só era bom em contar piadas. Ele era bom em inventar piadas, tinha uma certa capacidade de ironizar os companheiros... Algumas de suas frases ficaram famosas como: “O bumbum de dona Dolores, é tão grande que dá dores.” “ O estagiário é tão magro, que uma azeitona é suficiente para o almoço ”. “Joanita é tão obesa, que vestida de verde parece uma mesa de sinuca”. Enfim, o Arnaldo gostava mesmo de zombar dos outros.

Essa sexta-feira o escritório estava agitado. Os funcionários conversavam entre eles. Os encarregados de diversos setores murmuravam palavras nervosas. Na segunda-feira chegaria um cara novo, indicado pela diretoria. Um novo gerente, inteligente, jovem e inovador.

– Inovador como um tambor - brincou Arnaldo.

Segunda-feira de manhã, logo cedo, o estacionamento já estava lotado. Os funcionários ocuparam seus lugares. Até Vaninha, a secretária, chegou 15 minutos antes e ligou o computador. Os olhos estavam fixos na porta de vidro. Tânia, da contabilidade, espionava pela janela.

Um carro preto, importado, estacionou na vaga preferencial. Dois homens saíram do carro, ambos vestidos com ternos escuros. Tânia gritou: Deve ser ele!.. Deve ser o novo diretor!..
Minutos depois, a porta do elevador abriu-se. Dois homens caminharam lado a lado. Arnaldo zombou: Homens de preto, no silêncio da sala e avançou alguns passos em direção à porta de vidro. Um funcionário abriu a porta. Arnaldo não podia acreditar...

– Meu Deus! Esse cara foi colega de escola... depois se formou e foi para o exterior. Nós o chamávamos de nerd... nerd... nerd Ental... nerdental!.. Porque era um verdadeiro nerd. Gostava de ler história, arqueologia, filosofia, sei lá, essas baboseiras. Esse cara vai ser o diretor da empresa? Quem diria!..

O dia passou rápido. Arnaldo percorreu todas as escrivaninhas contando para os colegas anedotas da época de estudante. Coitado do Zulmar, o novo diretor, tinha medo de falar com meninas. Coitado do Zulmar, o novo diretor, era o melhor da turma em notas, porque o cara era um pateta. Eu sempre pegava peças nele, gabava-se Arnaldo.

Três dias depois, os funcionários foram chamados para falar com Zulmar. Quando a secretária chamou por Arnaldo, ele piscou um olho para Vaninha e entrou na sala, pintada de branco com grandes faixas roxas e cópias de quadros famosos na parede direita, olhando tudo com ar triunfante. Quando Zulmar foi dar-lhe a mão, ele esquivou-se e lhe deu dois soquinhos no ombro para mostrar que era o dono da situação. Logo, sorridente, sentou-se na poltrona e colocou os pés sobre a escrivaninha.

O diretor sentou-se em seu lugar, em silêncio, e pegou a ficha. Olhou-o fixamente por algum tempo e por fim falou:

– Há cinco anos que você tem o mesmo cargo.

– Sim, eu não ligo para isso, mas se me quer nomear chefe estou disposto a chefiar a empresa – brincou.

– A empresa vai entrar um novo ritmo de trabalho, queremos qualidade total – explicou o diretor com seriedade. – Lamentavelmente, você não se adapta bem a mudanças. Disse as últimas palavras com tom autoritário.

– Não, não é isso Nerdental!.. falou rindo Arnaldo.

O diretor não riu. Ficou em silêncio. Apoiou as costas na cadeira e, por alguns minutos, ficou balançando a cadeira enquanto fitava Arnaldo. Ele começou a ficar nervoso. Depois o gerente fez algumas anotações na ficha e olhando fixamente para o funcionário, disse com voz indiferente:

– Pode passar pelo RH.

– Não, escute, só falei Nerdental para lembrar dos velhos tempos. Não precisa.... não...

O diretor, impassível, pediu para a secretária chamar outro funcionário. Arnaldo saiu gritando, sentiu-se injuriado com a atitude do diretor. Mas teve que obedecer e falar com o gerente do RH. Lá começaram os problemas. Depois de cinco anos de trabalho, Arnaldo começou a ter problemas na empresa. Foi nesse momento que a turma da cerveja ficou revoltada. Arnaldo foi encaminhado para avaliação psicológica.

– Sabe por que está aqui? – perguntou a psicóloga.

– Sim! – gritou Arnaldo – porque esse nerd miserável, cretino, foi nomeado diretor e se acha o dono do mundo e...

Arnaldo ficou quase uma hora falando mal do diretor. A psicóloga entendeu que Arnaldo tinha raiva reprimida, não apreciava o triunfo alheio e tinha problemas de relacionamento.

– Com a turma da cerveja, dou-me muito bem! - gritou o Arnaldo para defender-se.
A psicóloga olhou-o atrás de suas lentes grossas. Predisposição para alcoolismo – escreveu em seu caderno de notas.

Coitado do Arnaldo. Foi rebaixado para auxiliar. Começou a freqüentar o bar todos os dias, até que chegou ao trabalho bêbado, quase caiu sobre o computador, derrubou alguns papéis, deitou-se na cadeira e dormiu.

O chefe do setor falou em despedi-lo, mas o novo diretor, com muita calma, explicou que alcoolismo é doença e pediu para o encarregado ser paciente e falar com o R.H para achar uma solução.

A notícia se espalhou, e todos ficaram comovidos. Comentavam que o novo diretor era um homem justo e queria ajudar os funcionários problemáticos.

Arnaldo não queria falar com a psicóloga, mas foi orientado a fazer terapia para continuar no emprego. Dia a dia sua raiva era maior. Tudo estava bem antes de chegar esse nerdental. O Dumbo foi o único que continuava apoiando-o. Os outros afastaram-se da turma da cerveja e começaram a escutar com atenção o que dizia o diretor. Esse cara é um vitorioso, comentavam os funcionários.

Arnaldo odiava o diretor. E seu ódio era autodestrutivo, pois o diretor, longe de ser menosprezado por ser nerd, como na época de escola, era admirado pela maioria. – Um cara inteligente, que veio de baixo... um verdadeiro exemplo!..

Uma noite, Arnaldo chegou à casa de sua irmã, quase bêbado e gritou durante vinte minutos seu ódio contra o novo diretor da empresa.

Paulino, o cunhado, tranqüilo, disse para Arnaldo aceitar a realidade.

– Talvez o novo diretor o esteja sacaneando. Se o diretor tem um plano para prejudicá-lo, ele o está fazendo com tanta classe, que ninguém enxerga a verdade. Arnaldo, você deveria seguir o que falam as pessoas bem sucedidas. Não conhece essa frase do famoso empresário Bill G., que está rolando na Internet?

– Não!.. Qual frase?

– Bill G. disse para um grupo de estudantes: “Nunca zombe de um nerd, pois um deles será seu chefe”.

sábado, 20 de setembro de 2008

MENINO EM AULA DE BALÉ???!!! - Crônica de Isabel Furini

Nessa escola, como geralmente acontece, as meninas freqüentavam aulas de balé e os meninos, aulas de esportes como futebol ou artes marciais. Um dia, Darcísio, o ruivo sardento entra na aula de balé. A professora, gentilmente, solicita que ele se retire.
– Eu também quero fazer balé – disse o menino.
 A professora fica impressionada pela coragem do rapaz e o deixa participar da aula. Um aluno da terceira série olha pela janela e o que vê o faz soltar um grito.
– Rapazes, tem um menino nas aulas de balé...
Foi uma algazarra. Todos gritando:
 – Mexe o pé, Mariquinha.
 – Dá um pulo, Mariquinha.
Risos e gritaria. Adriano, da oitava série, aproxima-se curioso com os gritos. Quando vê o ruivo dançando balé, um sorriso apareceu em seu rosto.
- Ele é colega de sala... eu acho que seria melhor vocês ficarem de boca calada. Você são tolos? Querem apanhar? Esse é Darcísio, ele é faixa preta.
– Ele é? – Perguntou assustado o menino magricela.
Nesse momento, Darcísio saía da aula e perguntou:
– Quem estava gritando? Quem quer mexer comigo? Qual de vocês vai encarar?
A turma foi recuando.
– Ei, magrinho, era você que estava gritando: Mexe o pé, Mariquinha.
– Não... sim... não... não... eu não sabia que você era faixa preta.
– Eu sou.
– E faz aulas de balé?
– Balé dá flexibilidade aos movimentos de karatê. A próxima vez que alguém abrir a boca e comentar alguma besteira sobre mim ou sobre as aulas de balé, vai se arrepender.
Na próxima aula de balé, a professora ficou surpresa. Havia sete rapazes na porta da sala esperando-a. Queriam iniciar as aulas.

Isabel Furini

Quadro de Eloir Amaro Júnior



terça-feira, 9 de setembro de 2008

A POESIA ESTÁ MORTA?

A maioria das pessoas gosta de escrever poesia, não é verdade? Ao menos em uma época da vida, na adolescência , nos momentos de solidão ou de tristeza, escrever poemas faz tanto bem para nossas almas! Para muitos, a poesia é como uma amiga secreta, a gente tem medo de mostrar o que escreve, pois os outros podem rir ou dizer: Li no jornal que estão procurando o assassino da Musa da Poesia,e vejo que o criminoso é você mesmo.Há muitos anos levei um livro de poemas para um editor. Ele nem olhou, e disse: “Não edito poesia. Poesia tem mais autores que leitores”. Realmente, o mercado de poesia é pequeno. Mínimo, diríamos. Até aqueles que escrevem poesia raramente adquirem livros de outros poetas. Por quê? Não sabemos. Uma amiga comentou que a maioria dos livros de poesia é ruim, então, ela só adquire livros de poetas já consagrados, porém “quem não arrisca não petisca”. Milhares de poetas escrevem e bancam a edição de seus livros. Depois de pisar nas nuvens, caem na triste realidade. Como é difícil vender livros de poesia! São livros que encalham, disse-me um vendedor de uma grande livraria de Curitiba. E o pior é que encalham mesmo.Conheço poetas que dão seus livros de presente. Algumas pessoas agradecem, manuseiam um pouco o livro na presença do autor, elogiam e guardam na prateleira sem ler. Às vezes, esses livros presenteados terminam no sebo, outros têm fim desconhecido. Isso porque as livrarias de usados estão abarrotadas de livros de poemas. A maioria dos sebos não aceita, não compra nem troca livros de poemas. Mas você e eu, que amamos a poesia, talvez devêssemos ajudar – segundo nossas possibilidades, aos novos autores. Eu adquiri um livro de Poemas de José Luis Carvalho, O Sol do Sonho, na Fundação Cultural de Curitiba, como narrei na crônica publicada neste Portal, intitulada A Tribo dos poetas. E tive uma surpresa maravilhosa. Amei os poemas com suas imagens quebradas e metáforas originais.Afinal, o desespero de novos poetas investirem em suas próprias obras demonstra que a poesia não está morta, ao contrário, está viva, forte e renovada. Uma musa sempre bela!E livrinhos de poesia são, em geral, tão baratinhos! Eu decidi adquirir um ou dois livros de poemas por mês, para dar uma chance a esses novos poetas. Talvez meu pequeno gesto ajude alguém talentoso, talvez... Nunca se sabe.

terça-feira, 12 de agosto de 2008

ESCREVER UM ROMANCE???

Muitas pessoas desejam escrever um romance, mas a maioria desiste por falta de técnica. Alguns alunos ligaram solicitando orientações para escrever o primeiro romance, com essa finalidade iniciaremos em 23 de agosto/08, o Laboratório de Textos, Módulo I, Romance. O Laboratório será uma maneira de experimentar formas diferentes de escrita. Serão dois sábados, 23 e 30 de agosto, a partir das 10:00 horas da manhã, os interessados podem entrar em contato pelo e-mail: isabelfurini@yahoo.com.br ou pelo celular (41) 8813-9276. E se você já iniciou um livro mas abandonou a obra na metade do caminho, não fique desiludido pois você não é o único. Até o chileno Skármeta, autor de O Carteiro e o Poeta, confessa ter iniciado vários romances e, pouco tempo depois, por preguiça ou desiludido com seu próprio estilo, engavetava os projetos numa escrivaninha do jornal em que trabalhava. Até que foi chamado pelo editor para viajar e entrevistar o poeta Pablo Neruda. Esse seria o impulso para escrever seu livro mais famoso. Lembre que para escrever 10% é inspiração, mas o 90% é transpiração. Abraços, Profa. Isabel

sábado, 9 de agosto de 2008

COMO ESCREVER UM POEMA?

Poema nasce da alma (se você não acredita em alma, pense que o poema nasce em algum lugar desconhecido do hemisfério cerebral direito – o da criatividade). Como mensagem, todo poema tem seu valor. Agora, se vamos falar tecnicamente, o discurso muda. Você pode se perguntar o que faz um poema ser amado e outro, ser desprezado. Bem, não existe uma regra nem um critério universal. A Poesia não é ciência, não é objetiva. Ela atinge diretamente nossa subjetividade. Uns gostam de rima, outros não. Alguns adoram sonetos, outros detestam. Há os fanáticos do Haikai e os que acham chato tanta economia de versos (o haikai é formado de 17 sons, distribuídos em três versos de 5, 7 e 5 respectivamente). Uma das características da poesia contemporânea é a quebra de paradigmas. O poeta precisa inovar. A imagem também adquire um lugar predominante na literatura contemporânea. A poesia não pode fugir disso. Uma obra de ficção precisa de descrições detalhadas e ponto de vista original, a poesia precisa de imagens, só que devem ser rápidas e de impacto. A figura de estilo chamada enumeração também dá força ao poema. Apresenta sucessivamente vários elementos ou justapõe palavras. Também é valorizada a enumeração caótica, com elementos que parecem dispostos ao acaso como nos poemas de Ruy Belo: "Cão que matinalmente farejava a calçada/ as ervas os calhaus os seixos e os /paralelepípedos / os restos de comida os restos de manhã / a chuva antes caída..." Poesia é criatividade, por isso ninguém pode dar parâmetros fixos. Então, vamos escrever ao ritmo de nossa alma, sem ter medo de errar pois como escreveu Affonso Romano de Sant’Anna sobre Picasso: “Picasso erra quando pinta e erra quando ama. Mas quando erra, erra violenta e generosamente (...)” Sant’Anna termina magistralmente afirmando: Ele erra, mas nele, o erro mais que erro - é errância. Uns amarão e outros vão odiar. Esse é preço da ousadia.

domingo, 27 de julho de 2008

AMOR OU VANTANGENS???

Sempre achei estranho relacionamento amoroso entre maturidade e juventude. Talvez com o tempo se imponha com força, e seja comum ouvir conversas como estas: “Estou despontada. Meu namorado é mais velho que o namorado de minha mãe” ou “ A namorada de meu avô é mais jovem que eu”. Não sei a opinião do leitor, nem sou totalmente contra... às vezes dá certo. Conheço pessoalmente no mínimo dois casais nessa situação e são muito felizes. Se formos observadores veremos que geralmente – nem sempre, mas geralmente - o mais velho tem estabilidade econômica; grande atrativo para os mais novos. Você já refletiu sobre o passo dos anos?.. Aos 15 anos de idade a gente veste roupa tamanho P, depois vai passando para o M, imediatamente vêm o G, então é preciso o GG... depois do GG vem a cirurgia de estômago. Os anos nos deixam lentos para a ginástica, mas rápidos para o garfo. Parece que a gente vai se aperfeiçoando na arte do gourmet. Comida preenche o estômago e preenche o medo da solidão, medo do fracasso, medo do dentista... enfim comida é um preenchimento natural de estados emotivos variados. Tudo isso é para dizer que apesar de não ser rica, não conheço educador rico, e ainda estou fora de forma, mesmo assim eu fui almejada por um desses conquistadores de mulheres da maturidade. Em março, eu estava concluindo a primeira aula da Oficina de Redação que ministro no Solar do Rosário, em Curitiba, quando se aproximou um jovem bonitão. Aproximadamente 25 anos, cabelo preto, brilhante, propositadamente despenteado, barba sem fazer, o que lhe acrescia um encanto extra, além de contrastar com suas roupas, com camiseta vermelha e jean de griffe. Com um sorriso de ator premiado em Hollywood, apresentou-se dizendo que queria escrever um livro e necessitava de orientações. A conversa colou, porque amo falar sobre o tema, quando o rapaz lançou o anzol para ver se havia peixe no rio, não peixe-boi, mas peixe-burro: “professora, o que acha de nos encontrarmos outro dia para tomar um drink e falar mais sobre o assunto”. Sua intenção ficou mais exposta que joelho de escoteiro. Era isso! Pensei. Ele quer consultoria literária de graça. Que gracinha!.. Seu safado!... Sorri e falei: Claro, podemos sair, levarei meus filhos que tem sua idade, assim poderão falar de futebol e de garotas... O sorriso amarelo do rapaz demonstrou que havia entendido o recado. Por um instante os ombros desceram e pareceu abatido. Mas se recompus imediatamente e se despediu com um sorriso lindo, um sorriso de dar inveja aos atores de Hollywood. Talvez o recado dele fosse: “Veja a beleza que perdeu, sua coroa”. Eu saí da sala de aula cantarolando. Sentia-me uma coroa feliz. É muito bom saber que a gente envelhece sem ficar caduco. E na atualidade, onde as pessoas têm tendência a viver mais do que antigamente, o mais importante é sentir que se não podemos evitar envelhecer, pelo menos está em nosso poder manter o bom senso.

sábado, 19 de julho de 2008

SAUDADE (O GRANDE AMOR DE ROBERTO)

Fotografia e edição de Isabel Furini


Chuva intensa. Volto a Curitiba depois de 30 anos. Os relógios pararam no tempo. Meu coração se espalha pelas ruas e sobe pelos edifícios modernos procurando o passado.

O passado morreu. Só ficaram lembranças. Meu coração persistente, achatado, esticado, dilacerado, busca meus amigos, a cidade que foi minha...

Procuro até meu próprio rosto no espelho. O espelho mostra a verdade: os cabelos brancos. Cabelos não mentem, podem ser pintado mas voltam a crescer e a mostrar o passo do tempo. Tempo rápido, vagaroso, intenso, morno, indeciso. Tempo que cresce com as árvores e decresce com os prédios que envelhecem. Tempo que se esgota a si mesmo, que avança sem pressa mas que é impossível deter.

Meu coração de homem aventureiro estica seus olhos vermelhos pelas praças: Tiradentes, Osório, Rui Barbosa. Espiona nos shopping e nos cafés inaugurados há pouco tempo e se reencontra no Largo da Ordem e no Passeio Público. Tenho 51 anos, nasci nesta cidade num mês de setembro e também chovia. A chuva de Curitiba lava as casas, limpa as ruas, purifica as almas, grita nos telhados, ri espalhando-se pelos vidros dos carros. É uma chuva sapeca, como meus anos de criança.Já se foram os anos das alegrias simples.

Sinto-me velho, acho que tenho mais anos que a cidade. Onde está Taisha, meu grande amor? Onde está Taisha com seus olhos de amêndoas orientais e seu olhar tranqüilo de japonês sábio que olha o monte Fuji? Onde está minha linda namoradinha filha de brasileira e japonês, que estudava comigo no Belas Artes e sonhava com renovar a pintura moderna?

Uma manhã, enquanto pintava uma tela do Paço Municipal, disse-me:
— Roberto... Gosto de Renoir, gosto de Monet, gosto de Picasso, mas acho que posso ser igual a qualquer deles, igual a quem eu quiser...Fez uma pausa.— Até posso ser igual a mim mesma! — exclamou deixando de lado o pincel. Colocou as mãos na cintura e levantou a cabeça de forma arrogante, mas com um sorriso sapeca.

Menina de coração de mel e roupa preta, nunca esqueci teu sorriso. Teu riso iluminava as cores de teus quadros. Nunca esqueci tua atitude numa exposição de um pintor questionado — pois com seu modernismo chocava a moral provinciana da Curitiba dos anos 70. Você, num gesto de desafio, abriu a bolsa preta, pegou o batom vermelho e escreveu em português: "Exposição para loucos". Eu gostei. Assinou Taisha em caracteres japoneses. Era essa mistura de Oriente e Ocidente que fazia de você uma flor exótica e delicada.

Taisha, os teus olhos orientais sempre me seguiram pelo mundo afora. Estiveram diante de mim em Paris observando a torre Eiffel, descobriram comigo os mistérios celtas em Stonehenge, contemplaram o ocaso em Machu Picchu. Teus olhos negros, orientais, navegaram comigo pelos oceanos Atlântico e Pacífico.
Doe a saudade.

Onde estará minha menina sensível e rebelde? Minha flor de cerejeira.Sento-me sob uma árvore nas ruínas de São Francisco. Abro minha mala de viagem, pego uma folha de papel e com lápis de cores, desenho o relógio das Flores com o encanto de teu sorriso.

Crônica de Isabel Furini

Passeio Público de Curitiba - Foto e edição de IsabeFurini

O POETA (por Isabel Furini)

O POETA 


Sonha com poemas e acorda na noite, 
escrevendo com os dedos versos no ar. 

Adora navegar sobre ondas de folhas em branco,
velejar nos cadernos novos, 
pular sobre areias de palavras,
correr na praia procurando o Verbo.

Livros, cadernos, papéis e mais papéis... 
Continua a lutar com ondas indomáveis, 
organiza os termos, 
mas só ancora no oceano dos sentimentos. 

Nesse instante, o poeta compreende 
o poder do caos primordial.

Isabel Furini

 “O Poeta” conquistou 1º lugar no Concurso de Poesia de São José dos Pinhais, PR, em 2002. Escolhido para o Projeto Leitura no Metro de Belo Horizonte (MG) parceria entre o Programa da A tela e o texto da UFMG e a CBTU - Companhia Brasileira de Trens Urbanos. A MAGIA DO POETA Serpenteiam os versos de Quintana... Caravanas de Poemas batem à porta do poeta, tangem liras,cata-ventos... lâmpadas dilaceram a escuridãodos pensamentos. Espelho mágico reflete o aprendiz de feiticeiro. Versos... infinitos versos acenam, entoam canções. O poeta dança, dança... Sombras começam a rir na escuridão. Os versos flutuam ao luar e desenham diadema de diamantes na testa do poeta. Poeta? Epigramático? Dono de infinitos roteiros de mármore e obsidiana. Serpenteiam os versos de Quintana!.. Este poema recebeu Menção Especial do Concurso Mário Quintana de Friburgo, RJ. 2006. Os trabalhos de Isabel Furini também receberam o Prêmio Missões de Poesia Internacional de Roque Gonzalo, RS, em 2005, 1°lugar com o poema El Grito. Menção Honrosa no Concurso de Contos Paulo Leminski, da UNIOESTE, Toledo , PR, em 2002 e 2007. Menção Honrosa no Varal de Poesia da FAMMA, Maringá, 2007. Menção Honrosa no Concurso de Contos da Prefeitura de Niterói, 2008. Menção Honrosa no Concurso de Poesia da Academia de Letras de Niterói, 2008;

domingo, 29 de junho de 2008

O PODER DAS PALAVRAS

Você, em algum momento, parou para pensar no poder da palavra? Não estou falando de mantras nem de orações religiosas, mas de palavras... palavras simples como: “você é inteligente”, “você é burro”, “você está linda”, “você está gorda” ou “você está pálido”, “você parece um morto vivo”, enfim, palavras que alegrem, entristeçam, ofendam, deprimam, entusiasmem, motivem.

Já o velho Esopo deve ter notado essa característica humana, porque escreveu uma fábula sobre um rei que pediu a seu conselheiro um alimento capaz de ajudar a humanidade. O conselheiro, muito sábio, solicitou que o cozinheiro preparasse um guisado de língua. Alguns dias depois, o rei quis comer algo que tivesse o poder de destruir os homens. O conselheiro foi até a cozinha e ordenou, novamente, servir ao rei um guisado de língua.

Há algumas semanas tive uma experiência sobre o poder da palavra. De manhã, bem cedo, alguém bateu à porta. Era minha vizinha Sueli, a paulista. É uma pessoa simpática e parece esbanjar alegria. Mas, nesse momento, Lucirene, a gordinha do quinto andar, descia a escada e, ao ver minha vizinha, fez um inquérito sobre sua saúde, enfatizando: Você está tão pálida.

À medida que Lucirene falava, Sueli ficava mais e mais pálida e, para que ela não ficasse mais encabulada, convidei-a para entrar e tomar um chazinho. Falamos bastante sobre religiões, a vida e a morte.

No dia seguinte, Sueli foi ao hospital. O médico solicitou exames de sangue e urina para comprovar o que ele já sabia. Sueli não estava doente, só estava assustada.

Esse fato me fez pensar muito no poder da palavra. As palavras podem criar sugestões negativas ou positivas. E como o velho Esopo era sábio! Ele conhecia o poder da língua, um poder que pode ser usado para ajudar ou para prejudicar as pessoas.

Amado Nervo, o grande poeta mexicano, perguntava como seria a humanidade se em vez de ser educada para odiar fosse educada para amar. Nós, parafraseando o poeta, podemos nos perguntar: O mundo seria melhor se todos os dias falássemos frases construtivas?

sábado, 31 de maio de 2008

VOCÊ GOSTA DE ESCREVER?

Orientei a Oficina "Como Escrever um Livro", no Solar do Rosário, em Curitiba, PR, durante 15 anos. Nas aulas observei a luta dos alunos na criação de um bom texto.

Escrever é semelhante a um ato de magia. A criação literária é como a frágua de Vulcano. Escrever nunca é morno. Escrever é angústia, raiva, incêndio, esperança, fingimento e desespero. É criar castelos de areia com palavras e temer a ventania.

Escrever é emoção primitiva, instinto de autoexpressão. É gritar, usando corretamente a linguagem. É, então, grito medido, sofisticado – chamo isso de fingimento – pois é grito visceral, mas contido. Educado para expressar-se através de figuras estilísticas, discursos e silêncios, focos narrativos e personagens.

Escrever é colocar rédea nos cavalos da emoção. Civilizar a cólera. Contê-la para não expor em demasia esse eu paradoxal que deseja expressar-se, ora aparecendo, ora voltando-se sobre si mesmo. Escrever é, às vezes, um ato de coragem e em outras, um ato de estupidez. Mas sempre uma busca de catarse. O texto é o produto do transbordar de um eu – Netuno, escondido nas águas do inconsciente. E é esse eu desconhecido que brinca com as palavras, deleita-se com as próprias histórias e incentiva o leitor a navegar no tempestuoso mar da literatura.

Isabel Furini - é escritora e educadora.




domingo, 18 de maio de 2008

VOCÊ COMPRA LIVROS PELOS TÍTULOS?

Os títulos dos livros funcionam como “ganchos” literários. E quem se baseia em títulos para comprar livros, às vezes cai em uma emboscada. Título bom, conteúdo ruim. Mas nem sempre. Muitas vezes, o título passa alguma idéia do livro, por exemplo, ao ler o título Cem Anos de Solidão de Garcia Marques, temos a sensação de que os personagens estão submersos em uma solidão sem fim. Em uma das aulas de criação literária que ministramos em Curitiba, uma senhora levou um livro chamado Melancia. Um rapaz, ao ver o livro, comentou com sarcasmo “pessoal, imaginem quanto essa autora deve ter pensado para escolher um título tão elaborado, tão sofisticado, tão criativo: Melancia”. A turma riu. Outra moça acrescentou: “parece livro de receita de cozinha”. Mais risos. A senhora, um pouco zangada, defendeu o livro dizendo que ela havia lido e havia gostado. E é assim mesmo, gosto não é para discutir (a não ser que você seja crítico de literatura ou de arte). Se todos os autores escrevessem livros ao estilo de Marcel Proust, não teríamos opções de estilos. Mas é bom analisar as implicações de um título. Muitas vezes, o autor coloca um título em seu livro e a editora sugere outro. O apelo comercial é muito importante para as editoras, pois ninguém quer publicar um livro que fique encalhado. Muitas livrarias escolhem pelas capas, os livros para exposições em vitrines e gôndolas. Nelas distinguimos dois elementos importantes: o título do livro e a imagem. Capas bonitas, capas chocantes, títulos de impacto têm maiores chances de vendas. Robert Kiyosaki, autor de Pai Rico, pai Pobre, conta que um editor aconselhou o título Economia doméstica. O escritor, com bom discernimento, exclamou: Quem vai comprar um livro de economia doméstica?!! Pai Rico, pai pobre é um título provocador. E deu certo, o livro vendeu milhões de exemplares. Acontece que o mercado editorial está tão saturado, são tantos títulos novos todos os anos que fica difícil escolher. Por isso, muitos leitores procuram por autores consagrados. As obras de Garcia Marques, Lygia Fagundes Telles, Loyola Brandão, Dalton Trevisan, Moacyr Scliar (e outros, pois é impossível nomear a todos) parecem trazer o selo de qualidade impresso na capa. Muitas pessoas chegam às livrarias e perguntam: Tem algum livro novo de Moacyr Scliar? Quais são os livros de Lygia Fagundes Telles que você tem? Às vezes, os leitores já conhecem esses autores ou escutaram falar e querem conhecer... Para não nos deixarmos levar só pela capa, uma boa técnica é ler as orelhas do livro, o sumário e o prefácio. Com isso, já teremos uma visão mais próxima do seu conteúdo e poderemos avaliar se a obra será de nosso agrado. Pois ler deve ser como aquelas propagandas de cigarro,“um raro prazer” e o importante é que ler não causa câncer nem impotência. Leitura só traz vantagens, pessoal, só vantagens.

sexta-feira, 18 de abril de 2008

COMO ESCREVER UM LIVRO?

AULA 2° TÉCNICA DO CONTO
Veríssimo é tão divertido! Ele escreve contos? Ele escreve crônicas. Crônicas de humor. Excelentes! Surge a primeira dúvida o que é um conto? O que é uma crônica?

Iniciaremos com o conto. Difícil definir. Podemos dizer que o conto é uma obra breve. Sua estrutura é concisa. Econômica. Porém nada pode faltar. É preciso arquitetar as palavras de tal forma que o conto mostre o essencial. Os comentários pessoais estão proibidos num conto. Os personagens devem surgir vivamente diante de nossos olhos. O conto mostra um instante enquanto o romance avança no tempo.

Tchekhov afirmou que um conto precisa de condensação, concentração ou compactação. Edgar Allan Poe confirma com a frase: “Em contos é melhor não dizer o suficiente que dizer demais...” E com esse conceito entramos no âmago do conto contemporâneo. Você não precisa dar todos os detalhes da cena, nem fazer um retrato minucioso do personagem. Você pode dar pinceladas. Certeiras. Deseja ler contos que surpreendem pela originalidade e pela utilização de recursos literários? “Tarde à Noite” de Luiz Vilela.

Se não tiver condições de adquirir as obras consagradas procure nas Bibliotecas. O importante é ler. Leia os contos de Machado de Assis, Clarice Lispector, Dalton Trevisão. Tem contos para todos os gostos. Aprecia terror? “História Extraoridnárias” de Edgar Allan Poe. Prefere literatura mais leve? “História de Fadas” de Oscar Wilde. Contos de fundo filosófico? Escolha Kafka, Borges, Saramago. Humor? “Histórias de Cronópios e de Fadas” de Julio Cortázar. Com o tempo você escolherá seus contistas preferidos. Só os que realmente falam a sua alma.

SUGESTÃO DE EXERCÍCIO Leia um conto de um autor consagrado até a metade. Não leia o final. Escreva um final para o conto. Depois leia o final que o autor escreveu. Isabel F. Furini é escritora e poetisa. E-mail: livrocoruja@yahoo.com.br

SABEDORIA

Você já leu os livros de Carlos Castañeda? As palavras de Don Juan, o xamã, revelam poder e sabedoria. Escolhi algumas frases para reflexão: "Ver é para os homens impecáveis. Tempere seu espírito agora, torne-se um guerreiro, aprenda a ver (...)" "Um guerreiro só deve estar preparado para combater (...)" "O guerreiro escolhe as coisas que fazem seu mundo. Escolhe propositadamente, pois cada coisa que prefere é um escudo (...)" Interessante a teoria do escudo, não é verdade? A civilização ocidental se caracteriza por falar bonito e fazer coisas horrivéis. Os inquisidores, enquanto torturavam pessoas, falavam do amor divino. O xamanismo tem uma ligação muito profunda com a Terra. A filosofia deles é de poucas palavras, mas de muito respeito. Para eles a Terra não deve ser explorada, mas compreendida. A Terra também é um ser vivo. A civilização ocidental é uma civilização que fala de amor, mas o que impera é a ganância. É a civilização do dissimulo e da falsidade. O lema é: Sorria de maneira encantadora e espere o momento oportuno para esfaquear o outro pelas costas. Nunca o homem teve tantos bens de consumo e nunca foi tão infeliz. Estresse e depressão são as marcas profundas deste começo de milênio. Em contraste com essa aberrações, a filosofia do xamanismo ergue-se com muitos conceitos dignos de reflexão. O guerreiro do xamanismo, é um guerreiro que luta para obter o domínio de sua subjetividade. Domínio sobre emoções e pensamentos. Por isso, as frases de Don Juan, o mestre de Castañeda, são sempre fontes de inspiração. Isabel Furini

sábado, 29 de março de 2008

COMO ESCREVER UM LIVRO?

Aula 1º VOCÊ GOSTA DE ESCREVER? Os artigos de “Como escrever um livro” – que iniciam hoje- tem o objetivo de auxiliar futuros escritores. Dar os lineamentos gerais para obras de ficção e obras técnicas. Ministramos a “Oficina do livro” no Solar do Rosário – Curitiba- desde 1999 . Nosso objetivo foi e é, auxiliar aqueles que desejam escrever livros. Tivemos a sorte de publicar alguns livros. Que satisfação pessoal se experimenta quando os originais são aceitos e o livro é editado! “É como ter um filho” fala a maioria dos escritores.

Muitas pessoas já participaram da “Oficina do Livro”. Alguns me ligam para contar-me que estão entusiasmadas que escrevem melhor. Outros ligam para dizer que estão um pouco assustados pois se tornaram leitores críticos e reconhecem rapidamente os erros de estilo que um autor comete. Leitor crítico é um bom sinal! Houveram flores e espinhos. Há três ou quatro anos, em uma das aulas, um aluno reclamou: “Só recebi pinceladas”. E é verdade. Sentimos medo. Muito medo de criar parâmetros rígidos que inibam a livre manifestação do autor. Por isso só damos “pinceladas” ou seja, traços gerais para que cada um possa aplicar o conhecimento de acordo com seu próprio estilo.

O verdadeiro trabalho é ajudar o iniciante a encontrar o próprio estilo. Orientadores só podem assinalar o caminho. Cada um percorrerá a própria estrada. Sozinho. Sem muletas. Guiado pelo instinto. Está longe de nossa vontade criar um modelo para que possa ser seguido, em todos os seus pontos, como uma obra religiosa. Um escritor padronizado mata a criatividade. Queremos que o espírito permaneça livre. Sempre. Só podemos auxiliar com explicações gerais. “Caminante no hay camino se hace camino al andar”, falou com sabedoria o poeta espanhol.

Nas próximas aulas vamos esclarecer como delinear os personagens, fazer uma cena-chave, uma boa descrição, um enredo interessante, um desenlace inesperado. Como utilizar esse conhecimento? Isso dependerá de cada pessoa. Só podemos dar sugestões: não usar adjetivos em excesso, cuidado com o gerúndio. Procurar palavras fortes. Cortar o supérfluo. Buscar cenários interessantes. Leia com atenção cada matéria, utilize “as dicas” e verá que a arte de escrever não é bicho de sete cabeças.

Na próxima iniciaremos com estudos sobre o Conto. Se tiverem dúvidas favor escrever para esta coluna. SUGESTÃO DE EXERCÍCIO: Escreva uma história sobre algum acontecimento embaraçoso. Exemplo: aquele dia que o pai foi ao trabalho com sapatos pretos, mas de estilos diferentes. Ou quando você fez uma caminhada no parque, guarda-chuva na mão, e saiu um sol escaldante. Crie uma história. Tente prender a atenção do leitor. Depois leia para familiares e amigos. Escute com atenção as críticas.

Isabel Furini é autora de "O Livro do Escritor", editora Instituto Memória, Curitiba.

terça-feira, 25 de março de 2008

CRÔNICA "O ESCRITOR" por Isabel Furini

O ESCRITOR Ernesto mudou-se do centro da cidade para o bairro de Bacacheri, perto do parque. Precisava de silêncio para escrever sua obra fundamental. Renovarei as letras, falava com seus botões. Nessa manhã de sábado estava sentado diante do computador. Escrevia o primeiro parágrafo de seu novo romance. Que nome daria à sua personagem? Teria que iniciar com A para demonstrar que o enredo partia de uma ação realizada pela protagonista. Ana seria um bom nome? Não! Curto demais. Anastásia? Não! Poderia ser confundido com a história da nobre russa desaparecida. Anacleta... não... não... Albertina? Isso mesmo! Albertina! Albertina foi o nome escolhido por Proust para sua personagem feminina. Por que não? Ao final, meu livro tem uma marcante influência proustiana, concluiu. Uma vez escolhido o nome da protagonista, o escritor inicia o primeiro parágrafo. Tem que ser visceral, pensou. Dilacerante! “No quarto escuro, Albertina apalpa as paredes. Onde estará o espelho de luz? Um reflexo luminoso no chão. A luz entrava por baixo da porta. Do outro lado, vozes e risos. Uma festa? Não lembrava...” Não lembrava... eu escrevi não lembrava mas ficou feio. Tenho que achar outra frase. Vejamos. Uma festa? Albertina estava confusa... Que porcaria... não era isso, não. O que escrever depois da pergunta: uma festa? Imagens rápidas... Não, rápidas não!.. Imagens entrecortadas. Isso ficou bom: imagens entrecortadas acudiam velozes. Que diabos estou escrevendo? Imagens não acodem... imagens... imagens aparecem? Surgem? Nada disso. Ernesto deleta as frases e volta àquela pergunta: Uma festa? Ele tentou escrever esse parágrafo durante horas a fio. O sol caía no horizonte quando Ernesto, desesperado, olhou o céu azul profundo com matizes vermelhos. Olhou o monitor. Não havia conseguido terminar o primeiro parágrafo. Nem o retrato de Proust, colocado na estante lhe havia servido de inspiração. – Se não posso ser igual a Proust, para que viver? – perguntou-se. Sempre olhando o céu, encaminhou-se à janela. E trêmulo e corajoso ao mesmo tempo, gritou: – Márcia, coloque no meu epitáfio: Foi um bom escritor. A esposa correu até o quarto, mas era tarde demais. Chegou no momento em que Ernesto, de olhos fechados, jogava-se pela janela. Machucou o braço e as costas. Tentou sentar-se na grama, enquanto Márcia, colocando a cabeça para fora da janela, gritava: – Ernesto, o que tentou fazer? Você esqueceu que agora moramos no térreo?

sábado, 19 de janeiro de 2008

SONHOS DE AMOR

SONHOS DE AMOR

Tempestade!...
Músculo cardíaco
um pulsar de estrelas,
esquenta,
aninha,
acalanta
paixões ardentes e descarta sucata dos fracassos.

Sonhos de amor
renascem como crianças mortas
num céu outonal.

Isabel Furini

ANÁLISE (Poema)

ANÁLISE

Fácil é a crítica,
difícil a autocrítica.
Fácil é reclamar,
difícil assumir o nosso destino.

Isabel Furini

terça-feira, 8 de janeiro de 2008

Poema Calendário Maia

A poesia é uma forma de exprimir nossa sensibilidade estética. Poesia é criação e paixão. Um mar de possibilidades para a alma. Podemos dizer que a poesia poetiza nossas idéias. As torna mais subtis, míticas e arquetípicas.


CALENDÁRIO MAIA

Estrelas piratas navegam em mares de prata.
Estrelas naufragam
entre ondas de mar e meteoros

Saturno entra no signo da morte,

A humanidade, aflita, ausculta o coração da noite...
uma poção mágica... uma oração salvadora

A tempestade assola...
em poucas horas o homem perecerá.

A lava dos vulcões preenche a Terra

O calendário Maia está marcando a última batalha.

O calendário Maia desfia o tempo... e ancora no nada.
É noite no coração do mundo!

O livro de pedra dos Maias está aberto
e assinala a última página.

ISABEL FURINI



domingo, 6 de janeiro de 2008

INTRODUÇÃO

Minha paixão sempre foi escrever, inclusive aos seis anos de idade rabisquei os primeiros poemas. Escrevi durante anos até que em 1988 foram publicados duas obras de minha autoria: "O Prego Nélio" pela Editora Araucária Cultural e "Superação Dinâmica da Timidez" de editora Ler e Saber, ambas de Curitiba. Continuei a publicar livros, a maioria das áreas de comunicação e de esoterismo.
Em 2007 fui chamada pelo SENAC PARANÁ para escrever a história da instituição. O livro SENAÇ PARANÁ 60 ANOS. foi lançado em 30 de Outubro de 2007. Em Dezembro de 2007 o Jornal Eletrônico www.plantaodacidade.com.br convidou-me a escrever uma coluna de contos e crônicas.
Também oriento a Oficina Como Escrever e Publicar um Livro, em Curitiba.
CRÔNICA
OS SONHOS... SONHOS SÃO?
Alguma vez pensaram como é fácil tecer sonhos e como é difícil vestir a realidade? Sonhar é só soltar a imaginação e deixá-la ir por caminhos inesperados. É excelente para escritores, mas ruim, muito ruim para pessoas que necessitam tomar atitudes na vida. Todos conhecemos alguém que sonha... e sonha... e sonha... como aqueles que dizem, meu sonho é ser magro e segunda-feira vou iniciar o regime. Ou aqueles que rabiscam algumas linhas e já se imaginam talentosos o suficientes para igualar-se a Garcia Marques ou Ligia Fagundes Telles.. e por ai vai... vai sim, porque a imaginação solta vai e não volta.
Platão - e quase todos os filósofos adoram Platão - fundou a Academia em Atenas no ano 387 - a.C e lá morreu em 347 a.C. Depois de ministrar aulas e escrever durante 40 anos sobre temas fundamentais como o amor, a beleza, a alma e outros.
Já Aristóteles, mais objetivo que seu mestre, fala que é o homem é um animal civilizado.
Animalzinho, sim meus queridos. O fato de não termos rabo não quer dizer que sejamos tão especiais quanto pensamos. E não importa qual teoria do bem e do amor sustentemos porque somos “humanos, demasiado humanos”. Nietzsche observou que todo filósofo, é filósofo até ter uma dor de dentes. É assim minha querida galera filosófica!.. Nossa miséria parece superior a nossa capacidade inventiva. Já Borges num texto reflexivo fala do “outro” Borges. Um Borges é o que levanta de manha e faz a barba e do outro Borges ele tem notícia pelas revistas, jornais, livros e enciclopédias. E termina confessando: Não sei que escreve esta página se eu ou ele.
É o destino do homem, ser dual. Gostar de cerveja e de arte. Do churrasco do domingo e da obra de Machado de Assis. É o encontro do espírito e da matéria.
Estranho o ser humano, não é verdade? Submetido a todo tipo de sofrimentos, desde físicos como um calo, uma verruga ou um câncer; Emocionais, ciúmes, inveja ou um amor não correspondido e até mentais, como uma lembrança dolorosa ou a imagem assustadora da própria mediocridade. E aí novamente vemos a dualidade humana. Você não acha estranho que todas as pessoas querem ser normais e ser vistas como normais e querem ao mesmo tempo ser consideradas superiores. Ninguém quer ser medíocre. Acaso existe gênio normal? Se é gênio já está falando que é diferente... E todos sonhamos que somos gênios. Todos sonhamos que somos geniais em alguma coisa. Todos sonhamos que temos um grande destino esperando por nós... todos sonhamos... sonhamos... sonhamos... E, como afirmou o poeta espanhol “os sonhos, sonhos são...”
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...